El 8vo Encuentro Nacional de Tradición y Nuevas Rolas, continuó su desarrollo tras la inauguración en el Museo Nacional de Culturas Populares el pasado 20 de abril, en esta ocasión, dentro del Parque de Cultura Urbana (PARCUR), en Chapultepec, Ciudad de México.
La convocatoria 2021, dio espacio a adolescentes y jóvenes de entre 16 y 25 años que se desempeñan como músicos, músicas, compositores y compositoras de origen mexicano, pertenecientes a los pueblos originarios del país. Durante la jornada de conciertos, el público pudo escuchar música tradicional y sones, pero también géneros urbanos como el hip hop o el rock, interpretados en lenguas originarias y en español.
JUCHIRAP fue uno de los ganadores de la convocatoria De tradición y nuevas rolas 2021. Con la finalidad de preservar la cultura zapoteca, los tres integrantes de la agrupación subieron al escenario para presentarse como cantantes de rap, un género urbano que inició a finales de la década de los 70s y que se vale de la rima, el verso y el acompañamiento de beats (patrones rítmicos) para crear canciones, en gran medida, de protesta social.
Cosijopi Ruíz (Cosijopi), Antonio Sánchez (Tony) y Lenin Pacheco (Lenin), son los miembros de JUCHIRAP, conjunto músical que recibe el nombre por su lugar de origen: Juchitán de Zaragoza. Los jóvenes, quienes son hablantes de la lengua zapoteca, aseguran que la música ha sido una herramienta para concientizar sobre la violencia, la discriminación y el maltrato que se vive en los barrios donde han crecido.
El proyecto tiene como finalidad llegar al público de las nuevas generaciones mediante el hip hop, haciendo visible la cultura zapoteca y motivando el fortalecimiento de la lengua, de sus costumbres y de sus tradiciones, además de dar espacio a las historias de vida que surgen en la región. Como ellos lo definen: “JUCHIRAP es la voz de los niños y jóvenes de la periferia en Juchitán, Oaxaca”.
En la región del Istmo se habla y se practica, entre otras lenguas, el zapoteco, que también recibe el nombre de “lengua de las nubes” o Didxazá. Se trata de una variante lingüística que cuenta con escritura propia y de la cual, más de 123 mil nativos de la región son hablantes. A pesar del desplazamiento hacia el castellano, existen diferentes maneras de resguardar la tradición de la oralidad nacional, una de ellas es el esfuerzo por generar espacios para presentar la música que se escucha en las comunidades.
Lenin Pacheco, integrante de JUCHIRAP, asiente que lo más natural para su creación artística es el bilingüismo, pues al estar expuesto ante una lengua originaria por parte de su barrio y el constante movimiento hacia el español, resulta sencillo utilizar las distintas expresiones lingüísticas para escribir sus canciones. Antonio Sánchez agrega que conocer las raíces de dónde provienes, así como la cultura y la gente de tu comunidad, hace que quieras y ames la identidad de la que formas parte; en sus palabras “cuando te quieres o quieres algo, lo cuidas. Eso nos hace luchar contra la violencia y la discriminación”.
Una de las complicaciones con las que JUCHIRAP se ha encontrado a lo largo de su carrera es el cierre de puertas para presentar su trabajo. Sánchez menciona que han sido discriminados por su lugar de origen y por el género musical que interpretan, recibiendo palabras negativas que afirman “están haciendo un mal para la cultura y un mal para la lengua”. Sin embargo, los jóvenes juchitecos toman los comentarios como una motivación para seguir buscando espacios que les den la oportunidad de difundir su rap en zapoteco.
Sumando a lo anterior, la agrupación cuestiona el pensar del público, pues al recibir comentarios como “¿por qué no traes huaraches?”, responden invitando a la comunidad a encontrar sus propios rasgos identitarios, afirmando que todos tienen la libertad de vestirse, pensar y hacer lo que deseen sin vivir con estigmas y prejuicios.
Redes sociales de JUCHIRAP
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Por Stephanie Mayén Ávila